Volvían a casa entorno a las 5 de la mañana con, seguramente, alguna copilla de mas. Nada grave. El puntillo que se dice...Dos de nosotros dormían a pierna suelta, totalmente desprotegidos.
Ya se sabe que la imaginación en esas situaciones pocas veces se usa para hacer el bien. Si no todo lo contrario. Y en este caso no iba a ser una excepción.
Llegan a casa todo felices y contentos, y preparan el maléfico, a la par que “original” plan...
Como un par de gatos que vigilan una ratonera se acercan a las puertas de sus compañeros. Una de ellas no tiene maneta para abrir, no tengo ni idea de donde esta, pero aun así consiguen entrar.
Sigilosos, llegan hasta la cama, y muy hábiles consiguen impulsar sus cuerpos algunos centímetros sobre el suelo. En dirección a la cama. La gravedad hace el resto.
Vamos...que le saltan encima. PLOM! Oing oing oing. Croag crog. Miau miau... Imitan animales de granja, pollos, gallinas, pavos, ocas, ranas, sapos, incluso intentan la luciernaga y la amantis religiosa. Sin mucho éxito. Le dan unos cuantos cabezazos al “bello durmiente” mientras este maldice sus estampas...y una vez despierto, los 3, a por el que queda durmiendo. Pobre de el.
Ala! Ya estamos todos despiertos...¿que hora es? Joder, las 5. Cabrones. De esta os acordais...
Aparte de los hechos, cabe destacar el comentario que surgio no hace mucho contanto esta misma historia a unos amigos... ¿y si no hubieran estado solos en la cama?
Hubiera sido mas o menos...
¡¡¡Joder tio!!! ¿¡¡¡desde cuando tienes tetas!!!?
Como con la historia de los jamones en las puertas, parece que habra venganza... jajajaja. Dormir no pero historias para contar en el blog vamos a tener una cuantas...con tal de no estudiar, matamos moscas a chistes.
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