Fue bonito, fue bonito el momento en el que descubrimos que teníamos lavadora. Mas o menos tardamos el tiempo que nos costo gastar la ropa que teníamos limpia, y que esa semana coincidiera con que no íbamos a casa el fin de semana.
Te encuentras en un callejón sin salida. Piensas...joer, la tendré que poner, que pocas ganas.
Todavía peor es el encontronazo directo con la maquina. Primero, localizar el artilujio. Blanco y bajo la fregadera. Bingo. Si. Sigue ahí. Metes la ropa, y llenas de jabón todos los cajetines que tiene, salgan de donde salgan y tengan la forma que tengan, hasta arriba, no vaya a ser... Y por ultimo, giras las dos ruletas que tiene en modo “aleatorio”... creo que tenemos un cartón donde pone los programas que se deben usar para cada tipo de ropa. Digo creo, porque la ultima vez que lo vi, estaba debajo del jamonero, luego sobre la caldera...ahora mismo, ni pajolera idea.
Y gira, y gira, y gira.
Fin del programa. Tender y listo. ¿o no? Un momento.... ¿esta sabana no era verde?.......Ups...
No puede ser...no me fastidies...
2 sabanas ultimo modelo.
un nuevo color entre el rosa y el verde.
lección Nº1 de como separar ropa de colorines.
Si ya digo yo que es mejor poner un lavavajillas. O meter la vajilla en la lavadora...
- Espera un momento (cara de iluminacion divina)... creo que tengo una idea...
(Continuará...)
Ababol
O la ropa en el lavavajillas!
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